lunes, 21 de marzo de 2011

Mecánico creó auto personalizado



OTAVALO, Imbabura. La empresa Sunlit obtuvo el código VIN con el cual puede fabricar este prototipo de vehículo.

OTAVALO, Imbabura. La empresa Sunlit obtuvo el código VIN con el cual puede fabricar este prototipo de vehículo.

Las modificaciones y personalizaciones de los autos siempre cautivaron a José Antonio Mejía, un mecánico que desde hace 30 años se dedica al sector automotor en un sencillo taller, ubicado en el barrio Punyaro.

Por su mente siempre pasó la idea de reparar un vehículo y ponerle un aditamento que lo diferencie de los demás. Esas iniciativas de a poco se fueron tecnificando y haciendo más notorias para sus clientes.

De tantos arreglos y cambios surgió un proyecto: crear un propio modelo automotor.

Hace cinco años, junto con Romel, su único hijo varón, decidieron emprender esa iniciativa que hoy es considerada la primera a nivel nacional en este sector.

A inicios del 2009 salió a la luz el producto final: Sunlit, el nombre con el que decidieron bautizar a un prototipo, cuyas características mezclan lo clásico y contemporáneo. Este tiene capacidad para dos personas.

Terminado el vehículo, las autoridades de la ciudad invitaron a sus creadores a exhibirlo en una feria. A partir de ese momento, por los contactos realizados, comenzaron a tener más invitaciones, incluso, a través del Ministerio de la Producción llegaron a Guayaquil para intervenir en la Feria de Durán.

El llamativo modelo fue patentado, aunque sus inventores no tienen registro de la inversión exacta que demandó su construcción. "No hay un cálculo, pero es demasiada inversión y mi padre fue el único que aportó los recursos económicos", señala Romel Mejía.

Supone que en este momento el valor comercial de los dos prototipos que poseen y que son impulsados por motores San Remo de 1.600 centímetros cúbicos bordearía unos 40 mil dólares. 

Dice que este es un valor referencial y que posteriormente, cuando se levante una planta de producción y se construya a mayor escala, ese costo podría ir disminuyendo.

Ahora, Sunlit cuenta con el VIN, un código con el cual podría iniciar la producción de este vehículo personalizado. De allí que espera el apoyo del Gobierno para seguir apuntalando este proyecto.

"No pedimos que (el Gobierno) nos regale nada, sino tan solo que nos dejen hacer y que nos apoyen legal y técnicamente en la elaboración de unos estudios definitivos que hacen falta", reconoce.

Aspira a que con el tiempo se sumen más profesionales de la rama automotriz a la futura empresa, para ir incorporando componentes locales a la parte mecánica del auto. "Eliminemos ese estigma empresarial de egoísmo, hagamos una sola fuerza para que el Ecuador tenga una marca propia de vehículos; luego el éxito será del Ecuador y no solo de los Mejía", manifiesta.

Actualmente Sunlit (término en inglés que significa iluminado por el sol) no es solo la marca del prototipo, sino una compañía limitada que les permitirá seguir creciendo en su objetivo. La premisa de Sunlit es fabricar el diseño que actualmente poseen, pero no en serie como lo hacen otras marcas, sino bajo pedido.

Antonio se muestra orgulloso de su hijo. "Me parece un sueño; no estaba previsto que mi hijo siga esto, nunca lo obligué a seguir mis pasos. Este logro fue gracias al impulso de él y me alegro que cada día quiera ser mejor", dice el hombre que en sus inicios únicamente se empleaba en la reparación y afinación de motores.

Para Antonio Mejía, los artesanos son la principal fortaleza y empresa del país porque es un gremio unido, y por eso dice que necesitan de todo el apoyo de las instancias gubernamentales para no sentirse minimizados.


Luis Fernando Cantor Bueno

Ing. Electrónica  ,CRF 

No hay comentarios:

Publicar un comentario